¿Quién eres tú?

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25 julio 2018/ 880 / 18

Te saludo desde mi corazón,

 

Recientemente tuve una conversación con mi hijo a partir de un libro maravilloso que leímos juntos y que por cierto recomiendo a todos los padres que tienen niños pequeños: “Otro nudo en mi garganta” de Martha Lucía Sundqvist. En este libro, el protagonista es una jirafa de la cual se burlan otros animales porque tiene un cuello largo y patas largas como estacas. Y fue tal la burla que llegó a recibir, que llegó a confundirse sobre quién era ella realmente. Al final de la historia, la jirafa fue el único animal que logró adaptarse para sobrevivir frente a situaciones difíciles propias de la selva, como alimentarse de los frutos que se daban únicamente en la copa de los árboles por la sequía, o incluso camuflarse frente al acecho de los cazadores, gracias a sus manchas de colores. De esta manera, la jirafa recordó quién era ella y su valor. Esta hermosa metáfora motivó una discusión profunda con mi hijo quien me dijo algo que me llamó mucho la atención: “uno debe primero amarse a uno mismo para poder amar a otros”. Y esta es una frase que se escucha en algunas conversaciones profundas que se dan en nuestra vida cotidiana. Pero, ¿qué sentido tiene para el alma esta frase? ¿En qué parte de nuestro ser nace un pensamiento como este? ¿Es realmente el amor hacia los demás una consecuencia del amor propio? ¿Es este pensamiento algo real o tan solo una ilusión?

 

Recordemos que el alma sabe que ella es amor, y este conocimiento de ella misma es el primer estado de consciencia. De esta manera, el alma no tiene duda alguna sobre quién es, así que cuando pensamos que primero debemos amarnos a nosotros mismos, es una ilusión que creamos para experimentarnos (segundo estado de consciencia) y recordar que somos amor (tercer estado de consciencia). Entonces, ¿para qué habríamos de pensar que debemos primero amarnos a nosotros mismos antes de poder amar a los demás? ¿Es realmente el amor algo condicionado a una experiencia con uno mismo antes de poder ser compartido con los demás? En realidad no es el alma la que nos lleva a expresar esta frase, es producto de la mente, ya que la mente es la que nos mantiene en la ilusión para que podamos recordar quiénes somos a partir de lo que no somos. Solo a través de la ilusión podemos recordar nuestra realidad del amor, esto es lo que he explicado en varios de los artículos y es lo que yo llamo la “experimentación del amor a través del contraste”. Así que el alma no solo sabe que ella es amor sino que ese amor está disponible en todo momento para ser compartido con los demás. Entonces si el amor está disponible para ser compartido con los demás, ¿qué sentido tiene que pensemos que necesitamos primero amarnos a nosotros mismos antes de poderlo compartir? ¿Y qué sentido tiene que en el amor que somos, debamos amarnos a nosotros mismos? Incluso, Jesús decía en su mensaje de amor: “ama a los demás como te amas a ti mismo”. Respondiendo a estas preguntas y en consonancia con el mensaje de Jesús, cuando decimos “debemos primero amarnos a nosotros mismos” estamos hablando del deseo del alma de experimentarse a si misma para recordar el amor que ella es. Es decir, esta primera parte de la frase de mi hijo está revelando el deseo que tiene el alma de pasar del conocimiento del amor que ella es, a su experimentación y recordación para alcanzar el estado del ser: el “Yo Soy Amor”. Y cuando recordamos que somos amor, nos hacemos uno solo con Dios y salimos de la ilusión en la que pensamos que estamos separados de él, abriendo esto el camino para la segunda parte de la frase: “…para poder amar a los demás”. Porque cuando recordamos que somos amor y nos hacemos uno solo con Dios, por extensión, nos hacemos uno solo con todas las almas. En el mensaje de Jesús, al amar al otro como a uno mismo estamos recordando que en el amor que somos (tercer estado de consciencia) todos somos uno solo, así que si yo me amo a mi mismo, amo a los demás porque en el amor somos uno solo e inseparables.

 

Con esta explicación, la frase “uno debe primero amarse a uno mismo para poder amar a otros”, es tan solo una ilusión de la mente que intenta develar el misterio de para qué el alma decide venir a tener esta experiencia humana, en su intento por experimentarse y recordarse en el amor que ella es. Así que más que amar a los demás sea la consecuencia de amarse a uno mismo, es que cuando recordamos que somos amor nos reconocemos como uno solo con Dios y con el resto de almas. Y es maravilloso ver cómo a través de esta frase, producto de nuestra mente y que se ha gestado en nuestra sociedad a lo largo de los tiempos, podemos tomar consciencia del juego del alma en su intento por recordar el amor que ella es. De nuevo, es a través de la ilusión que recordamos nuestra realidad del amor. Esta es la utilidad de la ilusión y este es el sentido de venir a tener esta experiencia humana: el poder crear ilusiones que nos van a permitir recordar que el amor es nuestra esencia.

 

Entonces, ¿qué sucedió en la conversación con mi hijo cuando me dijo esta frase? Le hice una pregunta: ¿quién eres tú? Y en ese momento comenzó a decir muchas cosas que eran producto de la ilusión en la que vive, como por ejemplo “Yo soy Jerónimo”. Entonces le pregunté: ¿por qué crees que tu mamá y yo te amamos? Y no supo responder, así que yo respondí por él: “porque tú eres amor y no necesitamos que seas algo o hagas algo para que te amemos; no importa lo que tú logres para que sintamos amor por ti. Tú eres amor y nosotros también, así que somos uno solo en ese amor”. Y quizá te estés preguntando por qué estoy compartiendo algo tan personal contigo. Porque con frecuencia, como padres fomentamos que nuestros hijos permanezcan en la ilusión de que ellos son algo que realmente no son, y que es por eso que aparentemente son que tienen derecho a ser amados y de amar a los demás. Esto no es real, esto es parte de lo que yo llamo el “ego”, esa falsa identificación que hacemos de nosotros mismos. Y no es que el “ego” sea malo, simplemente es otra de las tantas ilusiones que utilizamos para recordar que no somos lo que creemos ser sino que somos amor. Y esto fue lo que le sucedió a la jirafa del cuento escrito por Martha Lucía, se identificó falsamente con lo que ella no era, y lo hizo porque se definió a si misma a través de la opinión de los demás. Pero cuando ella recordó quién era realmente, descubrió el sentido de su existencia y del para qué había elegido venir con un gran cuello, con piernas largas como estacas y con manchas de colores en su piel.

 

En el amor que nos une, reconozco que tú y yo somos uno solo y que cuando te amo a ti estoy recordando que “Yo Soy el Amor”.

 

¡Gracias Martha Lucía por este maravilloso cuento, y a ti Jero por permitirme recordar por qué elegimos venir juntos a experimentarnos en el amor que somos!

 

Gabriel Francisco

COMENTARIOS (18)

26 julio 2018

Adriana

Hermoso y enriquecedor como siempre ! Gracias

26 julio 2018

Gabriel Francisco

Con mucho cariño Adriana, un abrazo de corazón a corazón.

26 julio 2018

Mónica del Pilar Urrego Méndez

Mágica reflexión, muchas gracias por recordarnos la esencia y sabiduría del alma.

26 julio 2018

Gabriel Francisco

Con mucho cariño Mónica, un abrazo!

26 julio 2018

Andreina Salazar

Espectacular como siempre Francisco, tus enseñanzas cada dia me enriquecen y me ayudan en mi crecimiento de consciencia. Gracias

26 julio 2018

Gabriel Francisco

Gracias a ti Andreína por hacer de estas palabras un alimento espiritual.

26 julio 2018

Clara

Que maravilla, que enriquecedor es leerte y seguirte en este camino de Yo Soy, gracias infinitas por tantas enseñanzas y vivencias diarias, mil abrazos 🤗

26 julio 2018

Gabriel Francisco

Hola mi querida Clara, gracias a ti por abrir tu corazón a este mensaje de amor!

26 julio 2018

Angela

Gracias Francisco...una linda manera de cerrar esta realización de esta semana. Me costo responder durante estos días si era necesario amarnos para amar a los demás...ahora entiendo la confusión con el ego.

26 julio 2018

Gabriel Francisco

Hola Angela, cuando decimos que "debemos primero amarnos a nosotros mismos para amar a los demás" es una ilusión, porque en el amor que somos nos amamos y somos uno solo con los demás. Pero es gracias a esta ilusión que hoy tú puedes tomar consciencia de esto. Un abrazo!

27 julio 2018

Doris Cristina Piamba

Muchas gracias Frank Muy claro No sé si ya has expuesto sobre qué es el Espiritu , el Alma Si el Alma es Amor , el Espíritu es ...? S.O.S

27 julio 2018

Gabriel Francisco

Hola mi Cris, con mucho gusto. Voy a recurrir a una explicación de Mónica Urrea para responder a tu pregunta sobre lo que es el espíritu. El alma es como un diamante que tiene varias caras y cada cara es el equivalente a un espíritu. Es el espíritu el que se encarna en el cuerpo y todo el tiempo mantiene esa conexión con el diamante al que pertenece, es decir, el alma. En mis palabras: "el alma es la consciencia del amor, y el espíritu el que nos permite recordarlo". Un abrazo!

27 julio 2018

Lesly Gomez

Francisco gracias por los artículos y por transmitirnos tu conocimiento cada día , para mi eres un gran maestro. Con las herramientas que me das , he aprendido aceptar y adquiero mayor conciencia lo cual me acerca a entender quién soy.

27 julio 2018

Gabriel Francisco

Hola Lesly, lo hago con mucho cariño. Un maestro es maestro en tanto experimenta su conocimiento y lo pone al servicio de los demás. Un abrazo!

31 julio 2018

Gloria Triviño

Francisco este es otro tema apasionante. Amarse primero a uno mismo, considero está dentro de la ilusión, porque por el contrario, si estuviéramos en el amor, no tendríamos siquiera que preguntar. Pero al estar acá necesitamos recordar en nuestra mente quienes somos, porque por ahora es un concepto, y al recordar que somos amor y experimentarlo en el corazón ¿podría entenderse este proceso como un punto de referencia, es decir, si experimento amarme a mí misma, podría tomar esa vivencia para replicar en los demás? Hay otra cosa, los humanos difícilmente sabemos amarnos, solo en el proceso que tú nos has enseñado lograremos experimentar este sentimiento. Y como lo dices, siempre viene a la mente el mandamiento de Jesús, y siento que ahora lo comprendemos perfectamente. Gracias por compartirnos tu sabiduría.

01 agosto 2018

Gabriel Francisco

Hola Gloria, cuando experimentas y recuerdas que eres amor te haces una sola con todas las almas, así que no necesitarías tomar esa vivencia para replicar en los demás, es algo que se da de manera natural en el "Yo Soy Amor". Un abrazo!

03 agosto 2018

Gloria Triviño

Gracias Francisco me encantará reconocer esa experiencia!!

03 agosto 2018

Gabriel Francisco

Hola Gloria, yo estoy seguro que tú ya la experimentas. Eres un ser lleno de amor y lo compartes con todos nosotros. Un abrazo!

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