Te saludo desde mi corazón,
El fin de año se ha convertido en un momento para pedir, manifestar y fijarse metas para el año que va a comenzar. ¿Pero qué tal si todo lo que tú sueñas ya está materializado y no lo estás viendo? ¿Qué será lo que no te permite reconocer estos regalos que te ofrece el universo? ¿Cómo puedes volver a esa realidad en donde estos regalos se hacen evidentes para ti?
Los regalos del universo están en todas partes y se hacen presentes en cada momento de la vida cotidiana. ¿Qué es entonces lo que te impide verlos y vivirlos? Yo te diría que hay 5 razones principales:
- En dónde está enfocada tu atención: Con frecuencia ponemos nuestra atención en la supervivencia y no en la vida. Un ejemplo es cuando sientes miedo al enfocarte en el dinero que tienes pagar y dejas de ver la abundancia del universo que te rodea. ¿No te llama la atención que tu atención se enfoque en la escasez cuando el universo que te rodea es tan abundante? Por lo tanto, la solución es salir de la supervivencia y volver a la realidad del amor y de la vida. Mi consejo es que observes la naturaleza que está a tu alrededor, ahí vas a tener una fuente de inspiración para regresar a la realidad del amor, y a través de ella conectarte de nuevo con los regalos del universo.
- La expectativa: Cuando tú esperas que algo suceda y las cosas no se dan como tú esperas, no solo entras en conflicto sino que dejas de ver el regalo de universo que hay detrás de lo que estás viviendo. Esto es como el efecto que se da cuando tomas fotos, en donde la imagen que estás enfocando se ve nítida y el fondo se ve borroso (desenfocado). Eso mismo sucede en la vida cotidiana, te enfocas en algo (la expectativa) y dejas de ver lo que hay en el fondo (el regalo). De hecho, la expectativa es la evidencia de que no confías en el universo. ¿Pero qué tal si el regalo del universo está justo detrás de tu expectativa? Recuerdo un día en el que yo pedí en un restaurante el plato que tanto me gusta, y éste no tenía el sabor que yo esperaba. Luego de hablar con el supervisor del restaurante, mi inconformidad se transformó en un regalo inesperado: mi postre favorito. Es así como vamos por la vida llenos de expectativas que no se cumplen y al mismo tiempo llegamos a ignorar los regalos que hay detrás de estas expectativas. Así que todo es cuestión de tener paciencia, soltar las expectativas y abrirse a recibir los regalos inesperados del universo.
- El juicio que haces sobre lo que estás viviendo: Cuando juzgas lo que vives y lo clasificas como “bueno” o “malo”, “correcto” o “incorrecto”, te estás negando a ver el regalo que puede haber detrás de esa vivencia. El juicio no solo te lleva al rechazo, sino al conflicto e incluso al sufrimiento. Por un momento imagina cómo sería tu vida si no juzgaras lo que vives, todo sería más simple y no sufrirías. Mi consejo es que dejes de juzgar lo que vives y comiences a ver y a vivir las situaciones con curiosidad, como ese niño que está ávido y con los ojos bien abiertos para recibir las sorpresas de la vida. En otras palabras, déjate sorprender, el universo se encarga del resto.
- El rechazo que haces sobre lo que estás viviendo: Cuando rechazas lo que vives, te niegas a ver los regalos escondidos del universo. Y no es que estén realmente escondidos sino que no son evidentes para tu mente y para tu Ego. Cada vez que rechazas, es como ponerte una venda en los ojos que te impide ver lo que hay detrás de lo que es aparente. Y resulta paradójico creer que para no sufrir debemos no ver, no sentir, o simplemente rechazar lo que vivimos, pero el mensaje del universo es otro: “mírame y ábrete para que descubras los regalos que tengo para ti”.
- Tu elección: Es curioso que con frecuencia entramos en contacto con los regalos, pero a pesar de esto los rechazamos simplemente porque NO nos sentimos merecedores o porque nos parecen demasiado evidentes y esto va en contra de la creencia de que “el proceso debería ser más complejo para que sea real”.
En conclusión, no vemos ni disfrutamos de los regalos del universo porque estamos enfocados en algo diferente, porque vivimos con expectativas y juicios que nos impiden verlos, o simplemente porque elegimos no recibirlos.
En el amor que nos une, te invito a que este fin de año te abras a los regalos que el universo tiene para ti, y que en vez de hacer un listado interminable de deseos y de propósitos, entres en la realidad de tu corazón en donde todo lo que vives es un regalo para tu proceso espiritual.
¡Gracias universo por todo lo que me regalaste este año, y me abro a las sorpresas que tienes para mi durante el año 2020!
Gabriel Francisco
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