El Juicio: una oportunidad para mirarse a uno mismo

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13 julio 2018/ 1677 / 8

Te saludo desde mi corazón,

 

El otro es una de las grandes ilusiones de las cuales disponemos para reconocernos a nosotros mismos. Es un espejo que nos permite experimentar el amor para recordarnos a través de él. Y a veces resulta tan impactante la experiencia con los demás que confundimos la ilusión con la realidad, pero esto hace parte del juego del alma. Así que cuando ves al otro realmente te estás mirando a ti mismo, y cuando hablas de él solo estás hablando de ti. ¿Por qué resulta más fácil mirar al otro que mirarse a si mismo? ¿Cuál es el sentido espiritual de que ese otro esté presente en nuestra vida? ¿Cómo el juicio que hacemos de él nos permite experimentar y recordar el amor que somos?

 

Comencemos por recordar por qué nuestra alma decide experimentarse a si misma a través de la experiencia humana en la tierra. En esta dimensión terrestre se hacen presentes varios elementos que le resultan muy útiles al alma:

 

  • La ilusión: en la dimensión en donde se encuentran las almas solo existe el amor, así que el amor es su única realidad. Pero es a través de lo que ella no es que va a poder reconocerse a si misma, por lo tanto necesita de la ilusión, y la tierra es el escenario perfecto en donde todo es una ilusión.

 

  • El contraste: para que el alma pueda reconocerse a si misma, debe existir el contraste. Y la experiencia en la tierra ofrece este elemento. Aquí existen el amor y el miedo, la vida y la muerte, el blanco y el negro, la alegría y la tristeza, entre muchos otros. Es a partir de este opuesto que vamos a recordar realmente quienes somos, como cuando te miras en un espejo y te reconoces a ti mismo. Así que el contraste es la solución para este propósito del alma de verse y reconocerse a si misma.

 

  • La separación: en la tierra vivimos en la noción de separación. Acá creemos que somos uno diferente a lo demás, el otro es el otro y yo soy yo. Incluso llevamos esta noción de separación a nuestra relación con Dios, llegando a creer y a sentir que estamos separados de él.

 

Estos 3 elementos los encontramos en muchas de las situaciones que vivimos en la vida, en especial en nuestra relación con los demás. Y esto tiene una gran importancia en la experimentación del amor, porque a través de esta relación con el otro es que voy a reconocerme a mi mismo en el amor que yo soy. Por esta razón es que el otro se convierte en uno de los espejos más valiosos con el cual contamos en esta experiencia humana.

 

Así que cuando tú hablas del otro realmente estás hablando de ti mismo, y es a partir de lo que ves en el otro que te ves a ti mismo. Esto te lleva a una primera reflexión y es que el otro es “inocente”, él solo te está mostrando lo que tu no has podido ver de ti mismo de otra manera. Por ejemplo, cuando juzgas al otro por algo que hace o dice, tú estás creando el escenario para darte cuenta que él no es responsable por lo que tú vives, sino que tú lo creaste para experimentar y recordar el amor que eres. Recuerda que esto hace parte del juego del alma. Es nuestra alma, en su deseo de experimentarse a ella misma, que crea la ilusión a través de la cual va a recordar su única realidad, el amor que ella es.

 

Entonces, ¿qué es el juicio? El juicio es la ilusión a través de la cual recordamos que somos nosotros quienes creamos la vida que vivimos junto a los otros. Una vez más, como he comentado en varios de los artículos de este blog, lo que vivimos nos permite recordar nuestra responsabilidad en el proceso de creación. Dicho de otra manera, vinimos a experimentar el amor y para esto somos libres de elegir cómo hacerlo, es decir, somos responsables de nuestra propia creación. De esta manera, siempre aparecen 3 elementos en esta experiencia espiritual: el amor, el libre albedrío y la responsabilidad. Así que cuando juzgas al otro por lo que hace o deja de hacer, es tan solo la invitación a que reconozcas que tú eres quien creas lo que vives para recordar el amor que eres. El otro está en su propio proceso y se hace presente en tu vida para que cada uno se pueda experimentar a si mismo. Incluso, haces pactos de almas para aprovechar al máximo tu paso por esta experiencia humana.

 

¿Qué impacto espiritual tiene juzgar al otro? Cuando juzgas al otro es porque estás experimentando emociones a partir de la situación que vives con él. Y es precisamente a través de la emoción que vas a poder entrar en contacto con tu interior, y a través de él experimentar y recordar el amor que eres. Como ya habrás notado, este juego es un movimiento continuo que va de la realidad del amor a la ilusión de la vida, para luego regresar de nuevo a la realidad del amor. Así que cuando juzgas al otro, estás creando la ilusión que te permite reconocerte a ti mismo en ese amor. Las personas no suelen darse cuenta de esto y se enganchan permanentemente en la ilusión, juzgando al otro y rechazando la situación que viven con él. ¿Te imaginas cómo sería si cada vez que vives una situación con alguien, regresas a tu interior y recuerdas para qué elegiste hacerlo? Tu vida cotidiana sería muy diferente y experimentarías la paz y la felicidad.

 

Hoy te quiero compartir 5 pasos para pasar del juicio a la aceptación de la responsabilidad que tienes en la creación de tu vida cotidiana:

 

  1. No te enganches en las situaciones que vives con los demás. Pregúntate a ti mismo: ¿por qué habría yo elegido vivir lo que estoy viviendo con esta persona?

 

Acepta que lo que estás viviendo tú mismo lo creaste para recordar el amor que eres.

 

  1. Deja de juzgar a los demás y acepta la invitación que ellos te están haciendo para que te mires en el espejo que tú mismo has creado. Esto te permite dejar de culpar a las personas y a asumir tu responsabilidad en la vida que estás viviendo.

 

  1. Acoge y siente las emociones que estás teniendo al vivir esta situación. Es a través de las emociones que vas a entrar en contacto con tu interior.

 

  1. Mírate en el espejo que ese otro te está ofreciendo. Cuando te mires en ese espejo, vas a experimentar el amor y a recordar quién eres.

 

  1. Agradece a ese otro por lo que él te está permitiendo ver de ti mismo. Esto no quiere decir que debas hacerlo cara a cara con él, lo puedes hacer en el silencio de tu interior, eso si desde la sinceridad de tu corazón.

 

En conclusión, lo que vives junto a los demás es una gran oportunidad para verte a ti mismo, experimentar el amor y recordar quién eres.

 

En el amor que nos une, acepto que lo que estoy viviendo junto a ti me permite recordar el amor que Yo Soy.

 

Gabriel Francisco

COMENTARIOS (8)

14 julio 2018

Nubia Prada

Excelente reflexión sobre quien soy yo y el reflejo en el espejo que es el otro al que juzgo. Gracias

14 julio 2018

Gabriel Francisco

Hola Nubia, gracias a ti por aceptar mirarte a través de este artículo.

14 julio 2018

claudia

Francisco muchas gracias tus articulos me ayudan siempre!!!

14 julio 2018

Gabriel Francisco

Con mucho cariño Claudia, un escrito es tan solo un escrito mientras no sea leído con los ojos del corazón.

17 julio 2018

Gloria Triviño

Francisco gracias por brindarnos esta reflexión sobre el otro, y el juicio. ¡Qué difícil es desaprender sobre los antiguos esquemas del juicio y la condena! Sé que me dirás que no lograré desde el raciocinio sino desde mi interior, desde la aceptación y desde la experimentación del amor. Pero me cuesta aceptar la violencia sobre los seres de los distintos reinos, y sobretodo el dolor ajeno, no logro encontrar la respuesta de para qué estoy viviendo esto y si llegará el día en que podamos cambiar esa ilusión. ¿Para qué habremos elegido de una manera tan generalizada la violencia en un grupo social como el de nuestro país? ¿La opción de la aceptación me debe llevar a una cierta insensibilidad sobre esa ilusión o a tomar distancia? Gracias por cada reflexión que nos regalas, por el tiempo y la sabidurías que nos compartes para guiarnos.

17 julio 2018

Gabriel Francisco

Hola Gloria, gracias a ti por esa reflexión valiosa que siempre compartes con nosotros. Comprendo que te cueste trabajo encontrar el para qué de lo que estás viviendo, pero te invito a que te hagas las siguientes preguntas: ¿cómo eso que estoy viviendo a nivel individual y a nivel colectivo como parte de la sociedad a la que pertenezco me permite experimentar el amor? ¿Qué sentido puede tener para mi alma en su plan de experimentación del amor, haber elegido vivir en un país con tanta violencia? La aceptación no te lleva a la insensibilidad sino a reconocer el amor que tú eres y que desde ese amor puedes cambiar tu vida. Es desde ese poder de creación inspirado en el amor en donde tú puedes comenzar a cambiar a nivel individual y al mismo tiempo mostrar el camino del amor a los que te rodean. ¿Te imaginas qué pasaría con la sociedad si se crean núcleos de cambio alrededor del amor? Un abrazo!!!

18 julio 2018

Gloria Triviño

Gracias Francisco por tu respuesta a mi reflexión, una vez más tienes razón, y con la ultima anotación sobre los "núcleos de cambio alrededor del amor", me haces recordar lo que llaman en ambiental el efecto mariposa, según el cual el aleteo de una mariposa en el amazonas puede producir un tifón en el Japón. Eso me llena de esperanza. Gracias!

18 julio 2018

Gabriel Francisco

Con mucho gusto Gloria, un abrazo!

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