Te saludo desde mi corazón,
En nuestra vida como sociedad aprendemos desde muy temprano a competir para alcanzar lo que deseamos. Incluso, llegamos a ver al otro como un obstáculo para conseguir nuestras metas. ¿Pero cuál es el propósito de venir juntos a tener esta experiencia humana? ¿Es el universo abundante o escaso para quienes vivimos en él? ¿Tiene algún sentido que compitamos entre nosotros mismos?
Hoy quiero compartir contigo un nuevo concepto que busca elevar el espíritu a su máxima expresión a través del amor que él es: la “Coomunión”. La “Coomunión” es la habilidad que tenemos como almas para cooperar desde el propósito común de experimentar el amor, en la unidad a la que tú y yo pertenecemos. Y los pactos de almas así lo demuestran, son acuerdos que hacemos para cooperar juntos en lo que define cada alma para experimentarse a si misma.
Recuerda que el universo es la representación física del amor y por lo tanto comparte todas sus características: la unidad, la certeza y la abundancia. Así que cuando competimos como seres humanos no estamos en la realidad del amor sino en la ilusión de la separación. Es la ilusión la que nos lleva a creer que los recursos son escasos y que estamos separados los unos de los otros en un intento por sobrevivir. Por lo tanto, es el miedo el que se hace presente a través de la competencia. Ahora, ten presente que el miedo no es en si bueno o malo, es tan solo la ilusión que utiliza el alma para experimentarse y reconocerse a si misma en el amor que ella es. Y es a través del contraste, que la competencia nos permite recordar que vivimos en un universo infinito de posibilidades, abundante, en donde reina el amor y la unidad.
En el momento que tomes consciencia de la abundancia propia del amor, habrás comprendido que si tú elegiste una misión tienes todos los recursos para llevarla a cabo y no necesitas competir por ellos. Pero como todo lo que sucede en medio de esta experiencia espiritual, solo tú puedes elegir si experimentas el amor a través del contraste o de manera directa. Si eliges la experimentación a través del contraste te sumergirás en la competencia, y si eliges la experimentación directa del amor vivirás desde la “Coomunión”.
En el amor que nos une, deseo que recuerdes que tú y yo somos uno solo y que la “Coomunión” es el camino para regresar a la unidad a la que todos pertenecemos.
Gabriel Francisco
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