Te saludo desde mi corazón,

 

La Paz se ha convertido en un tema de moda, en uno de los más conversados en las reuniones sociales y en uno de los temas de actualidad a nivel político y social. De hecho, a partir de este tema gran parte de las personas están decidiendo por quien votar en las próximas elecciones presidenciales.

 

Quiero comenzar con una pregunta: ¿qué es la Paz? Lo pregunto porque hay muchas maneras de ver la Paz pero una sola forma de sentirla, y esto sucede en el interior de cada uno. En esta reflexión voy a abordar la Paz desde una perspectiva espiritual y no desde la perspectiva política o social, porque para mí todo comienza con el ser. El ser fue antes que la sociedad y la sociedad es el reflejo de cada uno de sus individuos.

 

¿Es la Paz una vivencia individual o una vivencia colectiva? Yo conozco personas que a pesar de estar en sociedades en donde existe la violencia o incluso luego de haber sido víctimas de la violencia, están viviendo la Paz. Por esta razón, una primera reflexión que quiero dejar es que vivir en una sociedad en donde existe la violencia no es sinónimo de que no podamos vivir en Paz.

 

Ahora, ¿es la Paz un objetivo o una experiencia? Yo siento que la sociedad ve la Paz como un objetivo, algo que se debe alcanzar, pero ¿cómo podríamos alcanzar la Paz a nivel de la sociedad si no se experimenta primero a nivel individual?

 

Desde la perspectiva espiritual, todas las situaciones que vivimos en nuestra vida tienen un propósito, son una oportunidad para experimentar el amor. Y tal vez te estés preguntando si la violencia, los robos y los asesinatos también son oportunidades para experimentar el amor. Así es, todas las situaciones lo son. Por ejemplo, ¿cómo puedo reconocer que yo soy el perdón si no experimento el odio o el rencor con aquellos que supuestamente me hacen daño? La sociedad suele condenar estas emociones, pero son ellas las que nos permiten a través del contraste reconocer que somos el perdón. Entonces, el problema no es la situación externa (ej. el robo), tampoco lo que piensa la sociedad (ej. el robo es condenable), y mucho menos las emociones que sentimos frente a estas situaciones (ej. odio y rencor frente al que nos roba). De hecho, para mi no existe el problema, solo una oportunidad para experimentar el amor. Y puede que este comentario te resulte confrontador. Es posible que tú lo veas y lo vivas como un problema porque esa es la elección que tú decides hacer cuando vives esta situación. En la espiritualidad, el sufrimiento es una elección y solo tú puedes decidir cómo quieres vivir las situaciones.

 

Durante los últimos meses he tenido la posibilidad de escuchar a muchas personas hablar sobre la Paz, y lo que encuentro en común es que ven que la violencia está afuera y los otros son los responsables: son los grupos armados, los terroristas, los políticos, etc. ¿Realmente la Paz se vive afuera? Tómate un momento para pensarlo. ¿Pueden los demás obligarte a sentir odio en tu corazón? Un primer paso para experimentar la Paz es reconocer que es algo que vives dentro de ti y que no depende de los demás. Cuando te haces responsable de tu realidad y de cómo experimentar el amor a través de ella, regresas al camino del amor.

 

Luego de observarme a mi mismo, tomé consciencia que la Paz es un estado del ser, es el reconocimiento que hacemos de nosotros mismos cuando experimentamos el amor. Es imposible reconocer que somos la Paz si no perdonamos a los demás, si los juzgamos, si somos intolerantes, si no aceptamos lo que nosotros mismos elegimos vivir, y si no somos compasivos con el otro. Por esta razón, te digo que la Paz no es un objetivo, tampoco un medio, es el resultado de experimentar y reconocer el amor que somos.

 

Experimentar el amor no quiere decir aplaudir los actos violentos, tampoco patrocinarlos, mucho menos ser indiferente frente al tema. Experimentar el amor es aprovechar lo que está sucediendo y lo que tú estás viviendo para reconocerte en el amor que eres: perdonando, no juzgando, aceptando las situaciones que se presentan, poniendo en práctica tu tolerancia y mirando al otro con compasión. Si tú haces esto, nada te puede quitar la Paz porque la Paz está dentro de ti y nadie puede entrar para arrebatártela.

 

Hace poco conversaba este tema con una persona y me decía: “esto que tú dices es muy bonito pero muy difícil de poner en práctica”, a lo cual yo respondí: “si fuera fácil, tal vez tú alma no la hubiera elegido para experimentar el amor y reconocerse a través de ella. Ten cuidado con tu pensamiento, porque cuando dices esto ya estás condenando la posibilidad de experimentar la Paz por el camino directo del amor, y con tu pensamiento estás creando esa realidad que tú mismo estás rechazando en este momento. Si verdaderamente estás comprometido con la Paz, comienza por cambiar tu pensamiento, tus palabras y tus actos, y verás que puedes crear una realidad en la cual experimentes el amor y la Paz”.

 

Hoy quiero compartir contigo esta reflexión, porque siento que la sociedad se está desgastando en una discusión estéril que no conduce a nada positivo, mas que a exacerbar el resentimiento y el rechazo hacia los demás.

 

En el amor que nos une, anhelo que te reconozcas en el amor que eres y que en ese amor, experimentes la Paz que habita en tu corazón.

 

Gabriel Francisco

COMENTARIOS (8)

07 marzo 2018

Mariace

Somos Amor coherencia cohesividad integridad. Nos experimentamos en el error solo para reconocer nuestra propia perfeccion.

07 marzo 2018

Gabriel Francisco

Hola María Cecilia, cuando te equivocas o cometes un error es una oportunidad para experimentar la culpa, y a través de esta emoción reconocer que en el amor que tú eres, eres el perdón. Y el perdón comienza con uno uno mismo. ¿Cómo más podrías reconocer que tú eres el perdón si no es experimentando estas emociones?

08 marzo 2018

Gloria Triviño

Gracias Francisco, comparto contigo esta bella exposición, la paz es una experiencia personal y puede sentirse aún en medio de un ambiente de violencia. Tengo una inquietud, perdonar no sería juzgar anticipadamente? Se supone que emito un juicio de valor, condenó y luego perdonó. En este proceso pierdo la paz. ¿Cuál sería la vía? Lo que nos has mencionado, encontrar en el amor la aceptación? Gracias por compartir con tanto amor tu sabiduría!

08 marzo 2018

Gabriel Francisco

Hola Gloria, cuando yo hablo de perdonar me refiero más a un efecto espejo en el que yo acepto que creé esa realidad que estoy viviendo, y al aceptarlo me reconozco en el amor que Yo Soy: "Yo Soy el Perdón". La Paz es el estado del ser que alcanzas cuando experimentas el amor y te reconoces en él, en este caso a través del perdón.

08 marzo 2018

Gloria Triviño

Gracias Francisco, hermosa conclusión sobre el perdón!

08 marzo 2018

Gabriel Francisco

Hola Gloria, agradezco mucho tu participación que permanentemente enriquece este blog.

23 marzo 2018

Juliana Garcés

Hola Gabriel, ayer vi una noticia que decía que el último rinoceronte blanco en el mundo había muerto. Que quedaban dos hembras. Eso me ha entristecido mucho; soy conciente que estoy viviendo un estado de ver el mundo desde la rabia de la destrucción del hombre contra la naturaleza, desde la escasez, desde una visión tal vez apocalíptica. Es como vivir desde la impotencia, cuando algo en definitiva no tendrá solución. Luego pensé que la gracia de Dios es tan grande que se puede confiar en su infinito amor y sabiduría, asumiendo el devenir perfecto con el cual el hombre se debe sortear, en el aprendizaje del contraste. Lo pensé, me falta aun sentirlo y acogerlo como parte de mi paz interior. Sé que es solo decidir vivirlo y experimentarlo de una forma genuina en mi interior.

23 marzo 2018

Gabriel Francisco

Hola mi querida Juli, muchas gracias por tu comentario. Te invito a que acojas tus emociones, eso que estás viviendo cuando escuchas la noticia del rinoceronte. Pronto te darás cuenta que cada cosa que vives y cada situación frente a la cual reaccionas, es una oportunidad para entrar en tu interior y descubrir el amor que eres. Y lo más maravilloso de esto, es que cuando te reconozcas en el amor, te harás una sola con Dios y desde esta unidad crearás la realidad que tanto deseas vivir. En ese momento, la visión apocalíptica se convertirá en la certeza del amor que habita en tu corazón. ¡Un abrazo!